Tal como advierte el autor desde el inicio, esta obra es una autopsia del campo de batalla de la sociedad actual, con sus perdedores en el ámbito económico y sexual. La trama es muy simple, puesto que fue pensada como una obra de teatro para ser emitida en Barrio Sésamo. Terry, su protagonista, es un vendedor de mofetas ninja por internet. Como su negocio no es muy boyante, decide embarcarse en el tráfico de órganos. Primero empieza con los Casio, pero en vista de que tampoco éste es un negocio muy rentable, decide pedirle la mano a un acaudalado hobbit. El matrimonio de conveniencia fracasa porque al pequeño bastardo de pies peludos no le gusta el estilismo de Terry.
La calidad de los efectos especiales es prácticamente inexistente, y los actores secundarios son ex presidiarios imputados por homicidio en séptimo grado. Se nota que el autor bebe de fuentes tales como Strindberg, Pío Moa y un notario borracho, y es innegable la huella de su estancia en la Sorbona.
Al final, Terry se casa con los Pilares, los Pilares de la tierra, que eran unos señores travestidos que se hacían llamar Pilar, y él va y se casa con todos los Pilares que hay en la tierra y se acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario